Entre siglos.


    En el siglo XIX las empresas tenían unas reglas estables, su finalidad era obtener beneficios (dinero) Se consideraba a los trabajadores como un gasto más, el cuál debía ser el mínimo posible, por tanto, se llegaba a la explotación. Para conseguir clientes se creaban necesidades.
Estos tipos de empresas están decreciendo y dejando paso a las del siglo XXI.

Las empresas del siglo XXI se desenvuelven en un entorno caótico, impredecible, cambiante... deben estar continuamente adaptándose. Se basan en la colaboración y la cooperación y, su finalidad, a parte del dinero, es captar el talento.
Los trabajadores son valorados por su talento, son valiosos ya que aportan soluciones a problemas de los clientes y se les da la posibilidad de desarrollar toda su capacidad de innovación. Para captar clientes, los trabajadores deben aportan soluciones eficientes y satisfactorias a los distintos problemas que existan. 

Debido al entorno en el que nos desenvolvemos, la tecnología está muy presente y, por ello, las empresas del siglo XXI cada vez irán creciendo más. En este vídeo se puede observar un futuro que ya es presente en algunos rincones del mundo:



Comentarios